¿Han visto operar en México un esquema de acciones fantasma?
Uno de los elementos más críticos para las empresas familiares y las start-up es la retención y captación de talento clave. En un mercado laboral competitivo, retener a las personas indicadas es definitivamente una apuesta estratégica.
Entre un número de posibles soluciones, una interesante alternativa cuya popularidad aún no alcanza arraigo en México, pero que resulta bastante común en países como Estados Unidos o España, es el otorgamiento de “acciones fantasma” a ejecutivos clave.
Para una start-up, puede representar la oportunidad de atraer empleados clave en momentos en que el flujo en el salario puede no se tan atractivo. Para una empresa familiar, puede ser una forma de retener a familiares clave que por algún motivo aún no pueden acceder a la estructura de propiedad.
Las acciones fantasma, también referidas en inglés como “phantom shares” o “phantom stock” son una forma de retribución económica que se ofrece a empleados clave y que van ligadas al aumento en el valor de las acciones de la empresa.
Se trata de una forma de otorgar un beneficio equivalente al de una acción, sin necesidad de compartir los derechos corporativos y de decisión asociados a la tenencia del capital social. Por ello, al no tener soporte en una aportación de capital, realmente son acciones ficticias que sólo otorgan derechos económicos, pero que no modifican la estructura de propiedad de la empresa.
La forma de pactarla es libre y flexible en la medida en que se suscriben directamente entre la empresa y el ejecutivo, y laboralmente debe comprenderse como un incentivo libremente otorgado en la relación individual de trabajo, como se haría con un bono ordinario u otros beneficios de esta especie.
Es cierto que existen un número importante de esquemas para la retención del talento en las empresas mexicanas, pero las alternativas basadas en capital son atractivas opciones a las que vale la pena echar una mirada.
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